Gweilo (Los Imbéciles Extranjeros)

"La guerra es la forma del engaño. Así que, aunque seas capaz, muéstrales tu incapacidad. Cuando tu objetivo esté cerca, haz que parezca distante; cuando esté lejos, crea la ilusión de estar cerca".

- Sun-Tzu, "El arte de la guerra"

En busca de prestigio e influencia, los vampiros de la Camarilla y el Sabbat extendieron sus brazos a través del océano hasta las cortes de Asia. Cada secta recurre a su propio conocimiento y recursos para reclamar el control sobre los millones de mortales del Este y para tomar el dominio sobre los inmortales de ese territorio. En sus guerras, se pelean por ciudades. En sus juegos, luchan por el estatus. Ninguno de los dos bandos comprende realmente su ignorante impotencia ante los Catayanos.

Los Kuei-jin tienen poca tolerancia hacia los gweilo (los imbéciles extranjeros) que plagan sus tierras. Los ancianos rabiosos de la sociedad Cainita no son más que locos malditos perdidos en la búsqueda del poder temporal. Los jóvenes impíos no tienen respeto ni comprensión. Su propia sangre ensucia la tierra y da lugar a lamentos en los mundos espirituales. No se puede permitir que tales amenazas permanezcan en una sociedad civilizada, por lo que los Kuei-jin las eliminan silenciosamente. Sin embargo, para algunos Kuei-jin, el Reino Medio no es suficiente. Si los Cainitas llegan hasta aquí, ¿no infestan seguramente los rincones más recónditos del mundo? ¿Cómo se puede derrotar a un enemigo sin conocer sus métodos? Y así, por estas razones y otras, los Catayanos finalmente se dispersaron desde sus hogares tradicionales, haciendo finalmente balance de un mundo que rápidamente se encaminaba hacia la Sexta Era. La Gran Muralla ha sido derribada: ahora, Kuei-jin y Kin-jin se encuentran cara a cara, y los elegidos del Infierno deben demostrar su lugar o perecer.