La toma de control del gobierno de Hong Kong por parte de los comunistas en 1997 provocó que muchas Tríadas abandonaran la que había sido su capital desde 1949. Este hecho les llevó a dirigirse por primera vez en siglos de historia, sus miradas a occidente. Sus raíces históricas descansan en la más popular de las agrupaciones políticas chinas, la sociedad secreta. Las Tríadas surgieron de estas agrupaciones, que fueron fundadas para oponer resistencia a los mongoles en los siglos XX y XXI. Una de estas sociedades, la del Loto Blanco, se convirtió en el principal poder bajo la dinastía Ming y dominó a lo largo de todo su mandato.
Cuando los manchúes derrocaron al último, corrupto e incompetente emperador Ming en el siglo XVII, el Loto Blanco comenzó un movimiento de resistencia. Este nuevo movimiento se hizo conocido como la Sociedad Tríada. El tres es un número místico para la numerología china y representa Cielo, Tierra y hombre, siendo una expresión de la existencia como un todo. La Sociedad Tríada nunca logró derrocar a los manchúes, pero sobrevivió a ellos, creciendo incluso más poderosa, extendida y divulgada. La tradición mística de las diferentes sociedades modernas de la Tríada se remonta, al menos de acuerdo con la leyenda, a la destrucción del templo Shao Lin a mediados del siglo XVIII. Oprimidos por los manchúes, que los consideraban una amenaza para la seguridad de su dinastía, los monjes Shao Lines supervivientes se unieron supuestamente a la Sociedad Tríada original. trasladando a ella sus creencias místicas y espirituales. La veracidad de esta historia es incierta pero, sea cual sea la verdad, la propia leyenda proporciona gran parte de la credibilidad política y espiritual que posee la sociedad de la Tríada. Con su poder incrementado, la sociedad se expandió desde el sur de China, llegando a estar bien establecida en Pekín a mediados del siglo XIX, y generando subgrupos en casi todo el exterior de la comunidad china.
Sin embargo, el tiempo pasó cuentas a la sociedad de la Tríada. Aún poseía un énfasis político, pero muchos subgrupos se habían volcado hacia el crimen para financiar sus operaciones. Prostitución, juego, tráfico de opio y extorsión eran negocios muy lucrativos. Al mismo tiempo, muchos subgrupos se habían convertido en equivalente a organizaciones vecinales, protegiendo a los vecinos de funcionarios corruptos y proporcionándoles un lugar en el que beber y fumar (una mezcla de vigilancia vecinal y la logia masónica). Obtuvieron mucho poder ligándose irrevocablemente a la vida diaria, hasta tal punto que durante la rebelión taiping de China a mediados del siglo XIX, alinearon ejércitos y conquistaron ciudades. Sobre esta misma época, llegó a ser habitual referirse a la multitud de subgrupos que tenía la sociedad de la Tríada como: "las Tríadas".
A pesar de su progresivo enfoque criminal, las Tríadas continuaron con su intención de derrocar a los manchúes. Diversos subgrupos prolongaron su participación en movimientos anti-manchúes, entre los que estaban la Rebelión Boxer y el movimiento republicano que finalmente derrocó a la dinastía manchuriana en 1912. Es imposible sobreestimar la influencia de la Tríada en la historia reciente de China. Sun Yat Sen, padre de la China moderna y primer presidente de la República China, era miembro de una serie de Tríadas, entre las que se incluía la sociedad Know On Wui (con sede exclusiva en Chicago y Honolulu). No obstante, las Tríadas a las que pertenecía eran de carácter meramente político.
Las Tríadas se hicieron cada vez más poderosas e influyentes ya en la República China, especialmente una vez que el Kuomintang (el Partido Nacionalista) estableció su mandato dictatorial. Sin un opresor extranjero ante el que resistir y con la corrupción dominante en Kuomintang, la mayoría de las Tríadas se convirtieron en sindicatos del crimen organizado dedicados a apoyar a los funcionarios nacionalistas que les permitían continuar con el tráfico de drogas, de armas, la extorsión, la trata de blancas, la prostitución, el juego y la usura desinhibida. No todas las Tríadas se dedicaron al crimen, incluso no la amplia mayoría, pero fueron las suficientes para salpicar el nombre de estas sociedades para siempre. Nombrarlas hacía referencia a sindicatos del crimen en lugar de a organizaciones sociales.
Dados los estrechos vínculos entre las Tríadas corruptas y las nacionalistas, no es sorprendente que los comunistas tomaran parte de una traicionera ofensiva de la Tríada cuando tomaron el poder de China en 1949. Incluso suprimieron las Tríadas pacíficas y sociales, temiendo que llegaran a convertirse en un foco de resistencia. Esta represión acabó eficazmente con la tradición no delictiva de la sociedad de la Tríada, excepto en unas cuantas comunidades extranjeras. Las Tríadas criminales no desaparecieron con tanta facilidad, no obstante, pero huyeron a Taiwán, Macao y Hong Kong. En estos lugares llegaron a confundirse con las Tríadas locales en un matrimonio, turbulento y violento, que les mantuvo ocupados durante casi una década. Con las más importantes ciudades chinas renegando de ellas, las Tríadas recién llegadas desplazaron sus antiguas actividades a otras ciudades, especialmente hacia cualquier otro lugar de Asia y de la costa oeste de Norte América.
El mayor favor que recibieron las Tríadas en aquella época fue el apoyo que la CIA otorgó a varios oficiales militares Kuomintang que se habían retirado en Laos, Tailandia y Birmania para escapar de los comunistas. La CIA suministraba a estos oficiales grandes cantidades de armas para que continuaran su lucha contra el comunismo. Muchos de estos oficiales no eran simplemente corruptos, también eran miembros activos de las Tríadas y pronto volcaron sus fuerzas hacía el control de la producción de opio dentro del Triangulo Dorado. Las armas de la CIA daban por primera vez a las Tríadas el control sobre la producción de heroína y les permitía expandirse enormemente. A mediados de los años sesenta, las Tríadas se habían recuperado por completo de las pérdidas sufridas durante la expulsión de China, controlaban el tráfico de heroína y empleaban las grandes sumas que le reportaba en expandirse por toda actividad delictiva importante que hubiera en Asia.
Hoy, las Tríadas conservan esta posición dominante, e incluso la reintegración de Hong Kong a China no les ha perturbado. La mayoría de las Tríadas, incluyendo las más grandes como pueden ser la Sociedad 14K, Shui Fong, Wo Shing Wo, Wo on Lok y Sun Yee Ong, ya disponían sus principales operaciones en el extranjero. Muchos miembros destacados de las Tríadas emigraron a Canadá, América, Australia y Reino Unido y, es más, la más efectiva técnica de supervivencia estaba mejorando los contactos con los corruptos oficiales comunistas.
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