El malestar político y religioso se extiende por todo el Reino Medio; los Monos Corredores se encuentran cada vez más como peones desechables de las cortes; los ancianos desafían todo avance y progreso en favor de la tradición rígida; la persecución sigue desenfrenada para aquellos demasiado poco convencionales en la sociedad Kuei-jin. Por estas razones y otras, algunos Kuei-jin deciden viajar lejos de sus hogares en el Reino Medio. Se ven empujados a un mundo posiblemente más peligroso (pero también posiblemente más gratificante) que cualquier otro en el que crecieron.
Mientras que la mayoría de los Kin-jin evitan Asia como una especie de plaga de sangre (aquellos que conocen los peligros de Asia, de todos modos), los Kuei-jin tienen menos reticencias a mudarse al exterior. Los Kuei-jin que se alejan del Reino Medio son muchos: jóvenes Kuei-jin que buscan ver los caminos del mundo, Catayanos en busca de influencia política o reputación, akumas que difunden su particular marca de veneno en tierras desconocidas (ya sea por conversión o destrucción), jóvenes Monos Corredores enamorados de la cultura de Occidente, Catayanos que huyen de la persecución o el castigo en casa... se puede encontrar cualquier cantidad de Kuei-jin dirigiéndose al Oeste.
Para cada Kuei-jin que abandona el Reino Medio, hay una razón personal. Un Mono Corredor puede decidir demostrar su valía luchando en las tierras bárbaras. Los Kuei-jin más siniestros pueden decidir llevar la batalla contra los Kin-jin a sus tierras natales, luchando para detener la marea de gweilo contaminados por Chi con el fin de detener la llegada de la Sexta Era. Por el contrario, los akumas descubren que los Reyes Yama son desconocidos en Occidente; sin ese conocimiento, los Kin-jin son francos en su crédula aceptación de los Señores de los Infiernos. Incluso la moda y las costumbres impulsan a los Catayanos a explorar; los Kuei-jin recién surgidos pueden interesarse en Occidente simplemente por su cultura moderna: con toda la eternidad por delante para la no vida, ¿por qué aburrirse? Otros viajan por amor, por venganza o simplemente para escapar de las opresivas cortes de Asia.
Más raro que un Kuei-jin individual en Occidente es un wu entero. Mientras que un heimin puede salirse con la suya viajando como un vagabundo, se espera que los wu establecidos se comporten de manera responsable y se ocupen de las necesidades de todos sus miembros. Las motivaciones de ningún miembro en particular deben impulsar al wu; más bien, todos deben trabajar juntos para promover el propósito de la familia. Por lo tanto, los wu enteros vienen a Occidente cuando son impulsados por las necesidades del grupo. Quizás un wu esté encargado de seguir o eliminar a un Kin-jin en particular o a sus asociados. Tal vez un wu busque hacerse un nombre para poder regresar a las cortes y buscar un lugar destacado en la sociedad Kuei-jin. Como los miembros del wu deben estar de acuerdo y viajar juntos, se apoyan entre sí en tierras extrañas y trabajan por una causa común, lo que los hace aún más peligrosos para los Cainitas incautos que los tomarían por simples expatriados como algunos de los heimin individuales.
Hay un mundo tremendo ahí afuera. Con la Sexta Era llegando pronto, pero una no-vida eterna por delante, los Kuei-jin tienen la oportunidad perfecta de verlo todo mientras todavía está presente.
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