Misioneros Cristianos Viajan a Oriente

A lo largo de los siglos, las distintas sectas del cristianismo han hecho varias incursiones, en gran medida infructuosas, en el Reino Medio. Los primeros misioneros a China llegaron alrededor del siglo VI d.C. Estos misioneros formaban parte de una secta cristiana conocida como la Iglesia Nestoriana. Los nestorianos disfrutaron de un pequeño grado de éxito al principio porque intentaron expresar los conceptos cristianos en términos confucianos, en un intento de crear un evangelio verdaderamente "chino".

Sin embargo, la iglesia siguió siendo bastante extraña para los chinos y era popular sobre todo entre la comunidad comercial no china. Poco a poco comenzó a absorber las ideas budistas y confucianas hasta que solo se parecía vagamente al dogma nestoriano original. Se las arregló para sobrevivir, incluso en su forma corrupta, durante al menos ocho siglos después de su introducción inicial en el Reino Medio.

Los misioneros católicos llegaron a principios del siglo XIV, pero pronto se vieron aislados de Occidente debido al inicio de la Peste Negra. Tanto el movimiento católico como el nestoriano fueron aniquilados por el conquistador musulmán, Tamarlane, en la segunda mitad del siglo. Tamarlane fue responsable de la destrucción del Imperio mongol, que había sido tolerante con las religiones extranjeras y había permitido a ambas sectas predicar su doctrina libremente. El conquistador musulmán no sancionó la adoración de dioses extranjeros, y el cristianismo perdió su posición en el Reino Medio durante algunos siglos más.

A finales del siglo XVIII, los misioneros católicos se reunieron con emisarios coreanos en Pekín. Aunque los misioneros no viajaron a Corea directamente, los emisarios coreanos regresaron a su tierra natal con el conocimiento de esta religión extranjera y lograron convertir a una parte de la población. Con el tiempo, algunos misioneros católicos entraron en el país y ordenaron al clero coreano. El movimiento cristiano creció en popularidad e influencia hasta que el gobierno dogmáticamente confuciano (con la ayuda de las Cortes Verdes) comenzó una severa persecución de la Iglesia. El gobierno mató a miles de cristianos coreanos durante este tiempo, alimentando sin saberlo a cientos de chih-mei y hin hambrientos. Pero a principios del siglo XX, el gobierno había adoptado una política más indulgente con las religiones extranjeras y los misioneros de muchas denominaciones cristianas acudieron en masa a Corea. Hoy, el cristianismo es una de las religiones más extendidas en este país.