De hecho, la nación es una suerte de encrucijada, una mezcla híbrida de oriente y occidente. Esta mezcla se hace más obvia en su población sobrenatural. Tanto los Kuei-jin como los Kin-jin llaman a la India hogar y las dos facciones han mantenido una prudente coexistencia durante siglos. La frenética autodestrucción sufrida por muchos Kin-jin Ravnos locales en 1999 (durante la también llamada "Semana de las Pesadillas") alertó este delicado equilibrio, como lo hizo también la enorme afluencia de shen extranjeros (chi'nta, Hengeyokai, Kuei-jin y también Kin-jin). Muchos acuerdos que habían existido durante décadas o siglos se han desplomado. Son tiempos de tensión en la India, se avisa a los extranjeros que deben andar con cuidado.
Bollywood
Las primeras proyecciones cinematográficas que se registraron en Mumbai (antiguamente Bombay) datan de 1896. Los locales pronto se adaptaron a la nueva forma de entretenimiento, y hacia los años veinte ya se había establecido una poderosa industria cinematográfica. Con la introducción de las películas "sonoras", los estudios locales se aseguraron su éxito tras la comercialmente astuta decisión de rodar en hindi, mientras que el resto de la industria se fragmentaba en focos lingüísticos. A mediados de los treinta, la producción cinematográfica rivalizaba con el sector textil por se la mayor fuente de empleo del país.
Cuando la India se hizo nación independiente en 1947, el primer ministro Nehru introdujo una serie de reformas socialistas que provocaron un crecimiento masivo en la "economía paralela". Esto a su vez produjo enormes sumas de fondos ilegales disponibles para investigación y provocó el desplome del sistema de los estudios. La industria cinematográfica hindú es dirigida hoy día por productores independientes que disponen de sus propias fuentes de financiación. Por supuesto, gran parte de este dinero proviene de la "Mafia de Mumbai", que emplea esta industria para blanquear dinero. Varios Kuei-jin han utilizado también la industria cinematográfica de Mumbai para crear Pantallas Escarlata. Entre todas ellas sobresale Rajiv Pooviah, con sus facilidades (secretas) de producción. También destacan Rani Chawla, un Mono Corredor que apoyó la producción de varias películas "artísticas" que han causado fuerte impresión en la escena internacional, y Amir Ratnam, un Príncipe de Bambú que ha hecho una serie de películas con apenas una velada propaganda contra la clase establecida.
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