-Anuman Chah, Los Tres Libros de Sangre
La mayor parte de los combates en una Guerra de Medianoche se desarrollan en el Primer Escenario. El "Mundo de Espadas y Montañas" es el así llamado mundo real, donde los mortales nacen, viven y mueren. La guerra en este frente se lleva a cabo con espadas y rifles automáticos, con defoliantes y explosivos que vuelan en el aire, con veneno, plagas y funcionarios mezquinos. La guerra en este frente es similar a la que se encuentra en la mayoría de los libros de historia. La diferencia radica en que se efectúa contra otros inmortales y su propiedad.
Cualquier ataque en este frente debería satisfacer al menos uno de tres propósitos: debería destruir la propiedad del enemigo, debería herir o matar al enemigo o debería tener un efecto ventajoso en uno de los otros Escenarios. Apuntar a la propiedad del enemigo es tácticamente lógico porque fuerza a éste a gastar tiempo y energía reemplazando lo que fue destruido o al menos consagrando algunos de sus recursos para prevenir su destrucción. La destrucción de la propiedad puede tener, además, un efecto desmoralizador, en especial si el blanco es la casa del enemigo o alguna otra posesión de valor sentimental. Aunque muchos Kuei-jin consideran que la muerte de sus enemigos es el fin último de una Guerra de Medianoche, las Disciplinas defensivas y magias sanadoras vuelven tal logro más difícil contra shen que contra mortales. En muchos casos es preciso desgastar al enemigo mediante una lucha prolongada antes de poder finalmente asestar el coup de grace. También es posible usar la guerra en el Mundo de Espadas y Montañas para ocasionar un cambio en los Mundos del Espíritu. Atacar los restos de los ancestros del enemigo es una de las tácticas más comunes para golpear a sus fuerzas en el Mundo Yin, pero existen otras. Lo importante es que toda acción militar en el mundo real tenga un propósito estratégico. La destrucción sin sentido es la esfera de los Reyes Yama, no de los Kuei-jin.
En regiones donde los elementos sobrenaturales han de ser más discretos en sus maniobras, tales guerras raramente van más allá de un puñado de guardaespaldas, armados hasta los dientes pero escasos en número. Esta limitación no existe en el Reino Medio, donde los Catayanos pueden controlar escuadras de infantería o quizá incluso tanques, aunque su arsenal rara vez es de vanguardia. Incluso si los combatientes no están al mando de una fuerza militar o revolucionaria, les es bastante fácil adquirir armamento. En muchos casos, el inventario en el suministro de armas de los militares no es tan estricto como en Occidente, y el soborno no es una tradición muy arraigada en gran parte del Reino Medio. Aparte de eso, el desmembramiento de la Unión Soviética ha abierto mucho bazares de nuevas y excitantes armas para aquellos que quieran arriesgarse a cruzar la frontera. La mayoría del armamento adquirido de esta forma está en mal estado y funciona más o menos como uno podría esperar. No obstante, siempre existe la posibilidad de ser afortunado.
Los Catayanos no están limitados a la maquinaria militar en sus intentos de destrucción. Irónicamente, la así llamada ingeniería civil ha resultado ser una de las más sutiles y destructivas herramientas en el arsenal de estos inmortales. Aunque ninguno se ha atribuido el mérito, el proyecto de la Presa de las Tres Gargantas de Sichuan causará el completo anegamiento de al menos cuatro Nidos de Dragón, así como una enorme incomodidad para casi un centenar de Kuei-jin. La culpa se echa directamente sobre los Reyes Yama, pero algunos rumores no confirmados continúan insinuando que es una jugada de la Corte del Osario de Chungking contra una de las cortes de la periferia. Tan extremas hazañas están bien lejos del alcance de cualquiera salvo las cortes más poderosas, no obstante. Es más probable que los ataques de esta clase se limiten a enviar una cuadrilla de construcción para demoler la morada de un enemigo en mitad del día o usar Pantallas Escarlata de compañías con las que se cuenta para amenazar los dominios de los hengeyokai o hsien que son aliados del enemigo.
Un Kuei-jin que tiene algún aspecto del ejército local bajo su poder puede usar sus fuerzas para llevar a cabo una construcción o destrucción a gran escala que altere los feng shui de una región para beneficiar a los Kuei-jin o molestar a su enemigo. Puede obligar a pueblos y tribus enteras a huir, librándolos de la influencia del enemigo. Puede redirigir fuerzas militares de terceras partes para que ocupen el territorio del enemigo, dándole más cuestiones de las que preocuparse. Sus tropas pueden destruir santuarios y cementerios, reduciendo el poder de los espíritus aliados del enemigo. En tiempos de salvajismo, puede incluso atraer a diferentes espíritus (espíritus de guerra, dolor y sangre) a la zona, acaso induciéndolos a ayudar al Catayano que volvió la región tan acogedora para ellos. La ocupación del general consiste en el arte de considerar los recursos disponibles y elaborar maneras de usarlos que favorezcan su causa y dañen a su enemigo. El daño que un Kuei-jin esforzado puede hacer al mundo físico es ciertamente terrible. Con frecuencia el impulso de lograr la destrucción antes de que pueda lanzarse un contraataque y el deseo de no ganar más enemigos son los únicos factores que limitan esta devastación. Por último, los Catayanos que consagran todos sus esfuerzos a la guerra en el mundo físico con seguridad se verán atacados desde otras dirección más sutiles.
Dragón Contra Dragón
Aprovechando el ataque de los mortales de uno a otro lado de las Cortes Verdes (la así llamada Guerra de Corea) Ho-Sook Joo Kim llevó la Guerra de Medianoche a una nueva era. Usando la Disciplina de Autoridad del Alma, ordenó a Frederick Brice, un piloto de guerra americano, disparar un par de sus proyectiles F-80C de cinco pulgadas dentro de la cueva de la montaña en la que el archienemigo de su wu, Hyun Woong Yee, se encontraba oficiando un poderoso ritual. Yee fue el primer, y último, Kuei-jin en ser destruido por un misil aire tierra. Aunque su wu ganó la guerra, Kim fue destruido por fuego de artillería dos meses más tarde mientras trataba de congraciarse con los espíritus de la montaña dañados en su ataque. Su compañero de wu, Ho-Jun Yoon fue testigo de la mortal descarga y jura que vio a un dragón dirigir la trayectoria de los obuses hasta el lugar en el que Kim se hallaba rezando. Mentes más sabias asintieron y sospecharon que los dragones habían sido ofendidos al llevar aquél la guerra a sus dominios.
Destrucción Nuclear
En 1964, un nuevo horror redibujó las Líneas de Dragón de China Occidental, y muchos Kuei-jin culpan a Tien Lu. Temiendo que Tashpulat Niyaz, un mandarín uigur, estuviese a punto de descifrar los rituales que había empleado para obtener poder de uno de los Reyes Yama, Tien declaró la Guerra de Medianoche al mandarín. Puesto que la mayoría de los Catayanos chinos despreciaban a la minoría uigur, la Corte de la Sangre de Pekín ofreció gustosa a Tien el apoyo que necesitaba. Actualmente se cree que, ya a través de contactos proporcionados por la Corte de la Sangre, y mediante la mediación personal con la esposa de uno de los generales implicados, Tien consiguió elegir el sitio del primer test de armas nucleares chinas. El 16 de octubre, el ejército chino detonó una carga nuclear de 22 kilotones en el aire, en Lop Nor.
El objetivo del primer test fue el punto medio de una Línea de Dragón entre los Nidos de Dragón Bukadaban Feng y Dzungartan. Ambos Nidos sufrieron grandes daños o la Muerte Definitiva, incluyendo a Tashpulat Niyaz. El Chi corrompido se transmitió por las Líneas de Dragón conectadas provocando lo que llegó a ser conocido como la Plaga Verde de Octubre, un veneno que infectó la gran parte de China Occidental durante años. Desde entonces, la Corte de la Sangre ha mantenido una vigilancia muy cuidadosa sobre el programa nuclear, tanto para prevenir que otros shen tomen su control como para asegurarse de que nunca se repita la Plaga Verde de Octubre. En la actualidad, no menos de tres wu (los Ojos de Jade, los Novecientos Gatos y la Furiosa Espada de Jiang Shang) siguen la marcha de la agencia nuclear y se controlan uno a otro. Un cuarto wu, las Cigarras Blancas, fue diezmado cuando los Ojos de Jade descubrieron que habían prometido lealtad a los Príncipes de Bambú, un grupo de Monos Corredores revolucionario. Hace poco, los Novecientos Gatos y la Furiosa Espada de Jiang Shang han reparado en una nueva presencia sobrenatural asechando los corredores del programa nuclear. No están seguros de quién o de qué se trata, pero las pocas pistas que han conseguido reunir indican que los orígenes del intruso se hallan en la India.
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