Manchada por la sospecha evocada de su primera afirmación de que un P'o desarrollado más controlado era beneficioso para un Kuei-jin, los Ganshezhe lentamente perdieron el favor de los miembros de las Cinco Augustas Cortes. Los antiguos cuestionaron su iluminación, los mandarines estaban celosos de sus poder e incluso los jina y los discípulos habían oído demasiadas historias de xuezhe que habían sido cogidos en una trampa o destruidos por la malévola voluntad o la incompetencia de sus mediadores. Otros afirman que las fuerzas patriarcales de la corte se sintieron amenazadas por la preponderancia de mujeres entre las filas de los Ganshezhe. Cuando las Augustas Cortes se malquistaron en luchas internas y baladíes riñas, muchos de los Wan Kuei echaron la culpa sobre quienes deberían haber encaminado su cólera tornándola en crecimiento: los Ganshezhe.
La Corte del Dragón Azur fue la primera en declarar inútiles a los mediadores. En el año ochenta y uno de la Dinastía Sung (1041), el Emperador Xiao disolvió oficialmente a los Ganshezhe con la Proclamada del Oso de Piedra, promulgando que tales disputas se "manejaban mejor por ancestros de la corte que por una autonombrada casta de entrometidos". Pronto, las Cortes del Tigre Blanco, el Emperador Amarillo y, por último, el Fénix Escarlata restringieron y finalmente abortaron las actividades de los Ganshezhe. Sólo en la Corte de la Tortuga Negra los mediadores retuvieron alguna aceptación, e incluso allí, eran puestos bajo la atenta mirada del Gran Ministerio de la Guerra Propicia.
Con la pérdida de su posición, algunos mediadores aceptaron otros puestos o carreras, en tanto otros escogieron la vida del proscrito, errando por el Reino Medio en busca de la iluminación o venganza. La mayor parte de los Ganshezhe huyeron de las cortes, fijando finalmente su residencia ya en la Corte de la Tortuga Negra, ya en una de las regiones remotas. En muchos casos, llevaron sus textos predilectos con ellos y extendieron su saber por todo el Reino Medio. En muchos aspectos, este éxodo hizo tanto por difundir la cultura de los Gui Ren chinos como cualquiera de los proyectos más militaristas de las Augustas Cortes. Hogaño, muchas de las bibliotecas de las Cortes Doradas, Cortes Verdes y Japón deben sus textos más sagrados a la migración de los Ganshezhe.
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario