Las Cinco Cualidades del Perfecto Ganshezhe

Aunque nunca existió una escuela o un sistema formal para convertirse en Ganshezhe, se trataba de una sociedad exclusiva. El ingreso estaba restringido a aquellos que demostraban iluminación espiritual y comprensión de las necesidades Dhármicas de los Kuei-jin. En el Tercer Libro, Hong fijaba cinco cualidades que eran precisas para ser un Ganshezhe. Si bien nunca hubo una política estricta de discriminación genérica, muchos Kuei-jin advirtieron que los líderes de los Ganshezhe eran casi en su totalidad mujeres, un hecho que incomodó a varios de los antiguos más patriarcales.

• Primero, el perfecto Ganshezhe debería estar consagrado al Gran Principio y entender sus preceptos y leyes.

- Como el concepto mismo de la Guerra del Crepúsculo nació del deseo de integrar el Gran Principio en el marco del combate honorable, era crucial que los mediadores tuvieran un sólido dominio de las enseñanzas de Xue.

• Segundo, el perfecto Ganshezhe debería comprender la naturaleza de los Kuei-jin y ser capaz de distinguir sus poderes y sus debilidades.

- Se esperaba del Ganshezhe que fijase la Rama Propicia y las condiciones de la Guerra del Crepúsculo para poner a prueba a los xuezhe. A tal fin era necesario que entendiese muy bien a sus clientes. En muchos casos los criterios para la Guerra del Crepúsculo reflejaban lo que el Ganshezhe percibía como una debilidad compartida, un aspecto en el que ambos alumnos podían crecer a través de su competición.

• Tercero, el perfecto Ganshezhe debería reconocer las enseñanzas de los Cinco Dharmas y respetar las naturalezas de esos caminos.

- Dado que el ascenso Dhármico era la meta del Kuei-jin iluminado, el Ganshezhe necesitaba seleccionar criterios de Guerra del Crepúsculo que no contradijeran los dogmas del Dharma específico. A ningún Guardián del Hielo Brillante debería pedírsele causar daño al fantasma de su familia así como a un Tigre Diablo no debería obligársele a actuar con cautela y templanza.

• Cuarto, el perfecto Ganshezhe debería estar versado en los caminos del Reino Medio y de las Diez Mil Cosas.

- A fin de preparar la Guerra del Crepúsculo más instructiva posible, el Ganshezhe necesitaba ser consciente de qué herramientas podía emplear en las Guerras. Necesitaba conocer el territorio, las vidas de los mortales y los sucesos dentro del Mundo Yin y el Mundo Yang. Se esperaba asimismo de los mediadores que fuesen capaces de sacar los horóscopos y determinar la voluntad de los Cielos como parte de sus preparativos. Ningún Ganshezhe deseaba que uno de sus xuezhe sucumbiera ante un enfurecido Hakken o enojara a los ancestros de la corte en el curso de su Guerra del Crepúsculo. Por lo tanto, se esperaba del mediador que continuase consciente del mundo a su alrededor.

• Quinto, el perfecto Ganshezhe debería controlar su propio Demonio y esforzarse por actuar con imparcialidad en todos los aspectos.

- Como seres imperfectos, los Ganshezhe podían fácilmente incurrir en la trampa de preparar una Guerra del Crepúsculo que favoreciese a uno de los xuezhe más que a otro, especialmente en los casos en que uno era más popular que el otro o compartía alguna característica común con el mediador. Hong exhortaba a todos los Ganshezhe a no sucumbir a tal tentación, pues las lecciones que ello enseñaba eran imperfectas.

La historia de los Kuei-jin comprende numerosas historias admonitorias en las que un orgulloso Ganshezhe carecía de una o más de las cinco cualidades y causaba el desastre para sí mismo, sus clientes y a veces incluso una corte entera.

Chan Ai-ling Arrastra a su Corte a la Guerra

Chan Ai-ling gozaba de su posición como Ganshezhe mayor de la Corte del Dragón Azur. Su habilidad con las palabras, conocimiento del Ki Chuan y estimada familia le granjeaban el respeto y la admiración de gran parte de la corte, y eran una fuente de gran orgullo. Una noche, Chan Yu-wei, un mandarín y primo lejano, y Tan Szeto, una jina aspirante, le visitaron. Los dos disentían en cuanto a cómo tratar a la corte hengeyokai al sur y habían determinado zanjar el asunto en una Guerra del Crepúsculo. Aunque los  horóscopos le advirtieron de que la Guerra de los Sauces era la Rama Propia a elegir, Chan Ai-ling favoreció a su primo. Eligió la Guerra del Sakaki para la Guerra del Crepúsculo, sabiendo que, aunque no había hecho uso de su habilidad desde que tomara el Segundo Alieno, Chan Yu-wei había sido un virtuoso poeta en vida.

Chan ganó fácilmente la Guerra del Crepúsculo, y Tan convino elegantemente en cuanto a su plan de acción. La corte envió una partida de guerra para reclamar tributo a los hengeyokai y fue retribuida con la pérdida de siete guerreros Kuei-jin. Años después, Chan Ai-ling supo que uno de sus ancestros en las Fuentes Amarillas podía haber advertido a su primo de la locura de tal plan si hubiese hecho el viaje al Mundo Yin al que la Guerra de los Sauces lo habría obligado.