-Patético - gruñó Li Peng - El ministro Chui está más preocupado por sus meditaciones de lo que está por el hecho de que Wang fuese muerto por los bakemono.
-Sabes que tenemos que ocuparnos de esto. Ellos no lo harán.
-Se ocuparán de eso, pero será demasiado tarde para Wang si lo hacen a su manera.
-¿Entonces?
-Entonces los cogeremos para ocuparnos a nuestra manera.
Los Príncipes de Bambú, los Takeouji, son los Monos Corredores que están intentando llevar a la Sociedad Catayana al siglo veintiuno. Aunque no todos ellos dan crédito a la Rueda de las Edades, la mayoría cree que el mundo se dirige hacia algún tipo de desastre, ya sea ecológico o espiritual, y que las viejas formas no son adecuadas para manejar la situación.
Si bien no son todavía demasiado poderosos, los Takeouji se encuentran sorprendentemente bien organizados y tienen agentes de lado a lado del Reino Medio. También disponen de recursos, como móviles y bases de datos relacionales, que la mayor parte de los ancianos Kuei-jin no comprenden o aceptan. Aunque afirman que su misión no es occidentalizar el Reino Medio, la mayoría de los Takeouji proceden de regiones donde la influencia occidental es marcada, en especial Tokio, Hong Kong, Bangkok, Macao y Taiwán. Asimismo, muchas de sus ideas para mejorar las cosas son a todas luces de origen europeo o americano. Aseguran que sólo admiten que los gaijin han dado lugar a un par de buenas ideas, ideas que ellos pueden aprovechar. Cuando algo iba mal, la Augusta Personalidad de Jade lo arreglaba. No lo dejaba tal cual, aseverando que lo que había funcionado antes seguía funcionando. Prosiguen, haciendo notar que no optó por una solución directa como suprimir la habilidad de los Wan Xian para alimentarse de Chi a partir de otros shen o arrebatar a los Wan Xian el libre albedrío y convertirlos en divinos autómatas. Sostienen que no lo hizo así porque si el Reino Medio ha de seguir su ciclo, los inmortales deben crecer igualmente. No pueden funcionar si siguen atrapados en la Tercera Edad.
Tras la partida de la Augusta Personalidad de Jade, la Reina Escarlata y el Dragón de Ébano también se marcharon, pero dejaron detrás indicios para los Kuei-jin sobre cómo retornar a la gracia. El Libro de las Brillantes Palabras de Yueh deja dicho que "ocultaron las respuestas a las Diez Mil Preguntas en las nubes y piedras del Reino Medio, para que el verdadero postulante pudiera aprender los caminos de regreso al Cielo". Por esta razón, muchos Takeouji los admitan en secreto más de lo que admiran a su creador. Después de todo, la Augusta Personalidad de Jade maldijo a los Kuei-jin; el Dragón de Ébano y la Reina Escarlata les dieron la esperanza de poder recobrar su perdida gracia. La mayoría de los antiguos Kuei-jin creen que las claves dejadas detrás han sido en su totalidad descifradas con el paso de las Edades (en su mayor parte por el Magno Arhat) y que se hallan reflejadas en el Camino Quíntuple. Otra de las herejías insinuadas por los estudiosos de los Príncipes de Bambú es la que afirma que los Kuei-jin todavía no han aprendido toda esta sabiduría. Argumentan que el Reino Medio es un área inmensa y constantemente cambiante y que tan poderosos seres podrían haber escondido dicha sabiduría de tal forma que sólo fuese revelada cuando los Kuei-jin la necesitaran. Después de todo, si su sabiduría fuese tan directa, podrían haberla escrito simplemente en un libro.
Algún tiempo después de que el Dragón de Ébano y la Reina Escarlata partiesen, el Magno Arhat Xue apareció en escena. Había existido desde la Tercera Edad, y aunque no era de los que se limitan a escribir su sabiduría, su discípulo Ki sí lo era. Enseñó a los Kuei-jin que todo lo que tenían que hacer para recuperar el favor de la Augusta Personalidad era seguir su Gran Principio. Su filosofía codificada para la existencia inmortal proporcionó fuerza, inspiración y orientación moral a los traumatizados Kuei-jin. Las cortes se recrearon a sí mismas a imagen del Gran Principio de Xue, y la sociedad Kuei-jin tal como es hoy nació.
Aunque la mayor parte de los Takeouji siguen el Gran Principio a su propia manera, aquellos que se preocupan por el pasado ponen en duda cuánto del Ki Chuan es en realidad de Xue y cuánto de Ki. Varios Príncipes de Bambú eruditos han expresado el deseo de someter el Ki Chuan a un análisis moderno del texto. Por desgracia, las cortes son reacias a dejar que tales kyonshi tengan acceso a sus más sagrados textos, exigiendo por lo general juramentos de lealtad antes de permitir siguiera ver el texto. En la única ocasión en que a un wu de estudiosos Takeouji le fue permitido examinar el ejemplar original de la Corte del Osario de los Comentarios de Ki, únicamente les fueron concedidas seis horas para examinarlo, durante las cuales estuvieron bajo permanente vigilancia, y con la prohibición de copiar nada. Al final, la experiencia fue del todo frustrante, pues su comprensión del kaja era insuficiente para hacer otra cosa que conjeturar el significado de alguno de los pasajes más claros. Incluso aquellos Príncipes de Bambú que aceptan el Ki Chuan dudan de la interpretación conservadora que la mayoría de los antiguos hacen de sus principios. Camino a Camino, los Takeouji ofrecen interpretaciones del Gran Principio que apoyan su exigencia de evolución social por encima de la orden de las cortes de mantener la costumbre tradicional.
Tras la partida de la Augusta Personalidad de Jade, la Reina Escarlata y el Dragón de Ébano también se marcharon, pero dejaron detrás indicios para los Kuei-jin sobre cómo retornar a la gracia. El Libro de las Brillantes Palabras de Yueh deja dicho que "ocultaron las respuestas a las Diez Mil Preguntas en las nubes y piedras del Reino Medio, para que el verdadero postulante pudiera aprender los caminos de regreso al Cielo". Por esta razón, muchos Takeouji los admitan en secreto más de lo que admiran a su creador. Después de todo, la Augusta Personalidad de Jade maldijo a los Kuei-jin; el Dragón de Ébano y la Reina Escarlata les dieron la esperanza de poder recobrar su perdida gracia. La mayoría de los antiguos Kuei-jin creen que las claves dejadas detrás han sido en su totalidad descifradas con el paso de las Edades (en su mayor parte por el Magno Arhat) y que se hallan reflejadas en el Camino Quíntuple. Otra de las herejías insinuadas por los estudiosos de los Príncipes de Bambú es la que afirma que los Kuei-jin todavía no han aprendido toda esta sabiduría. Argumentan que el Reino Medio es un área inmensa y constantemente cambiante y que tan poderosos seres podrían haber escondido dicha sabiduría de tal forma que sólo fuese revelada cuando los Kuei-jin la necesitaran. Después de todo, si su sabiduría fuese tan directa, podrían haberla escrito simplemente en un libro.
Algún tiempo después de que el Dragón de Ébano y la Reina Escarlata partiesen, el Magno Arhat Xue apareció en escena. Había existido desde la Tercera Edad, y aunque no era de los que se limitan a escribir su sabiduría, su discípulo Ki sí lo era. Enseñó a los Kuei-jin que todo lo que tenían que hacer para recuperar el favor de la Augusta Personalidad era seguir su Gran Principio. Su filosofía codificada para la existencia inmortal proporcionó fuerza, inspiración y orientación moral a los traumatizados Kuei-jin. Las cortes se recrearon a sí mismas a imagen del Gran Principio de Xue, y la sociedad Kuei-jin tal como es hoy nació.
Aunque la mayor parte de los Takeouji siguen el Gran Principio a su propia manera, aquellos que se preocupan por el pasado ponen en duda cuánto del Ki Chuan es en realidad de Xue y cuánto de Ki. Varios Príncipes de Bambú eruditos han expresado el deseo de someter el Ki Chuan a un análisis moderno del texto. Por desgracia, las cortes son reacias a dejar que tales kyonshi tengan acceso a sus más sagrados textos, exigiendo por lo general juramentos de lealtad antes de permitir siguiera ver el texto. En la única ocasión en que a un wu de estudiosos Takeouji le fue permitido examinar el ejemplar original de la Corte del Osario de los Comentarios de Ki, únicamente les fueron concedidas seis horas para examinarlo, durante las cuales estuvieron bajo permanente vigilancia, y con la prohibición de copiar nada. Al final, la experiencia fue del todo frustrante, pues su comprensión del kaja era insuficiente para hacer otra cosa que conjeturar el significado de alguno de los pasajes más claros. Incluso aquellos Príncipes de Bambú que aceptan el Ki Chuan dudan de la interpretación conservadora que la mayoría de los antiguos hacen de sus principios. Camino a Camino, los Takeouji ofrecen interpretaciones del Gran Principio que apoyan su exigencia de evolución social por encima de la orden de las cortes de mantener la costumbre tradicional.
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