Narración Kuei-jin

La información expuesta a continuación tiene la intención de ayudarte a ti, Narrador, a montar un juego de crimen urbano de Estirpe de Oriente. Más importante que todos los datos acerca de delincuentes del mundo real o de actividades Catayanas ficticias, es el esfuerzo que debe hacerse para conseguir que el juego y las historias sean únicas. Ese es el propósito de esta sección: hacer que puedas confeccionar una crónica perdurable, una miniserie o un juego particular que se desarrolle en las miserables calles del Reino Medio.

Catayanos

Antes de comenzar con los detalles, debemos considerar el entorno en líneas generales. Los Kuei-jin y los criminales tienen mucho en común. Ambos son marginados, personas que actúan más allá de los limites de la sociedad. Los dos se congregan en ciudades y depredan sobre los humanos.

Esta semejanza da al Narrador la oportunidad de mostrar a los Muertos Famélicos al límite de ellos mismos, actuando en un entorno que casa a relucir todos sus peores rasgos. En una crónica no aparecen situaciones o personajes anodinos; cada elemento debe ser desarrollado y acentuado bordeando la realidad. En las cortes no hay mucho espacio para cumplidos sociales o para debates que discutan aspectos del Dharma. Los Catayanos que habitan las calles son listos, despiadados y muy, muy malos.

Debe utilizarse el entorno para mostrar a los jugadores este sórdido aspecto del Reino Medio. Gran parte de la sociedad Kuei-jin está altamente formalizada y la mayoría de los personajes habrán tenido al menos algunas interacciones con las cortes. La siguiente información ofrece a los jugadores una visión distinta, centrándose directamente en los trapos sucios, en los secretos que se intentan mantener ocultos y las manchas de sangre bajo las alfombras de los "civilizado" y "progresistas". Tanto los vivos como los muertos planean como estafar, sobornar y matar en su camino hacia lo más alto de la cima que han elegido. Destacar como un monstruo entre tal compañía en un desafío digno del más depravado Kuei-jin; igualmente ambicioso es luchar contra esta corriente de decadencia mortal y corrupción declarada.