Una Convergencia de Chi Contaminado

El Chi contaminado de estas torturadas tierras mortales atrae a los Reinos Yomi. Los bajos niveles de Chi natural de las regiones afectadas son infectados por lo que sólo puede ser descrito como la esencia espiritual del dolor. Este dolor brota del sufrimiento constante que habita en estos lugares, y de un mal feng sui que provoca que el efecto se multiplique en lugar de disiparse. Esta mezcla produce una contaminación que no difiere del Chi Demonio de los Reinos Yomi: cuando este Chi se conecta a la hirviente ciénaga espiritual de estos reinos, se establece una corriente. El flujo del Chi Demonio desde los Reinos Yomi a estos horribles lugares de la Tierra crece lentamente, hasta que las tierras reflejo locales son absorbidas hacia el Yomi.

Finalmente, el Muro se hace poroso, permitiendo a los demonios infestar el mundo mortal de forma directa, y aspirando a los espíritus de estos lugares hacia los Reinos Yomi para siempre jamás. La naturaleza de este Chi contaminado de sufrimiento determina cual de los Reinos Yomi se ve atraído. Los mortales, por suerte, no son ni por asomo tan ingeniosos como los demonios y pocos lugares en el Reino Yomi recuerdan a alguna zona de la Tierra. De hecho, hasta ahora sólo la Ciudad Perversa ha constituido algunas conexiones duraderas con regiones urbanas infestadas. También el Infierno de los Gusanos Hurgadores mantiene un creciente vínculo con focos de enfermedad y pestilencia en la Tierra, pero de forma menos estable. Los más pesimistas de los antiguos Kuei-jin predicen que, mientras la Sexta Edad progrese, más y más Infiernos se expandirán hacia el Reino Medio hasta que no exista diferencia alguna entre ambos, y será entonces cuando el Emperador Demonio gobierno sobre todos ellos.

Por supuesto, otros Reyes Yama (y sus akuma) tratan de igualar el logro que Mikaboshi ha obtenido con su Ciudad Perversa. Por eso, añade sin miedo más Infiernos a la lista si tienes algunos favoritos que te gustaría ver implantados en el mundo, y para enfrentarlos a los personajes de tu crónica. La única verdadera limitación es la de que el sufrimiento de estos Infiernos debe guardar semejanza con el de la ubicación mortal elegida.