Unidad del Cuerpo, Mente y Alma

Un general que llama a sus ejércitos al este y luego al oeste agotará a sus tropas. Un general que llama a sus ejércitos a donde han de luchar por el camino más directo tendrá ejércitos descansados. Un general sabio no mueve sus ejércitos sin razón.

-Sun Li, Ocho Estrategias Inmortales.

Cuando un líder sabe cómo ordenar sus fuerzas y cómo mantener a su enemigo confundido, está preparado para establecer los planes que llevarán a la victoria a su lado. Llegado a este punto, ha de considerar cómo disponer sus estrategias para usar sus fuerzas con mayor eficiencia y causar mayor daño efectivo a sus enemigos. Aunque puede tener una tropa de guerreros de élite que pueden destruir a cualquier ejercito del enemigo si el choque se produce en igualdad de condiciones, si los fuerza a confrontación tras confrontación sin darles tiempo a descansar, su creciente fatiga inevitablemente significa la derrota.

Un general debe decidir dónde empelar sus mejores tropas y dónde usar las peores. Puede resolver que puede permitirse perder una batalla o un pueblo concreto. Incluso podría decidir que deben perder aquella batalla o pueblo por el bien de sus futuros planes. Si éste es el caso, ciertamente no querrá que sus mejores tropas sean derrotadas. Por último, lo que ha de hacer es presentar un gran plan para explotar las debilidades de sus enemigos y su propias fuerza. Una vez que esta estrategia global ha sido fijada, el general ha de pasar revista a su situación y decidir qué tácticas y fuerzas utilizar para llevarla a término. En una guerra ofensiva, podría ser mejor usar las fuerzas más frescas para proteger la retaguardia; en una guerra defensiva, pueden ser usadas para atraer al enemigo a un temerario ataque. Si el enemigo se halla próximo a indisponerse con sus aliados, pueden incluso utilizarse para despertar simpatía. Si el enemigo se deja intimidar con facilidad, el general puede hasta sacrificarlas él mismo para demostrar su propio poder y sobrecoger a su oponente. Se elija la estrategia que se elija, empero, el general debería ser coherente en su ejecución... raro es el general que se gana simpatías sacrificando a sus propias tropas.