-El superintendente, Hard Boiled
La tecnología es una de las ventajas de los Príncipes de Bambú. La pólvora fue desarrollada en China hace mucho tiempo, pero no la emplearon en realidad debidamente, salvo para hacer petardos. Puede que los petardos hayan ahuyentado a los demonios de la época de las Cinco Dinastías, pero los akuma sólo se ríen de ellos en la actualidad.
Puesto que los Takeouji disponen de un considerable número de exsoldados, criminales y policías en sus filas, tienen contactos en la mayor parte de los mercados negros desde Singapur hasta Yen-chi. También cuentan con un buen número de fabricantes de armas, así que no les hacen falta pistolas. Por otra parte, los eunucos tienen un montón de ejércitos bajo sus garras, pero no hay muchos mandarines que hayan resuelto cómo actuar con armas de fuego en sus planes de batalla (todavía creen que están jugando con carros y lanzas). Los Takeouji han de tener cuidado, no obstante. A fin de cuentas, todavía hay muchos jóvenes yotarou que siguen las cortes y están más que deseosos de usar sus habilidades tácticas en beneficio de éstas.
El tiroteo no es lo único para lo que sirve la tecnología. Los mecanismos de vigilancia se hacen más sofisticados cada año, y los rituales de los eunucos para impedir la clarividencia no sirven de nada contra un micrófono oculto o un rifle guiado por láser. Los Príncipes de Bambú ni siquiera han de ser tan sutiles. La mayor parte de los mandarines puede que revisen un regalo sospechoso en busca de un espíritu oculto ligado a él para espiarlo, pero la electrónica se halla muy lejos de su alcance. Y puesto que casi todos los Takeouji tienen móviles (lo ideal es que tengan un mecanismo de encriptación incorporado), una vez un Príncipe de Bambú conoce lo que el dame-sama está tramando, puede comunicar la noticia a los suyos con mayor rapidez que los eunucos pueden instruir a sus lugartenientes.
Los Príncipes de Bambú también disponen de Deita-Maebure. El Proyecto Base de Datos. El ingenio de Takeo Muramoto y Mizuki Nakao, Deita-Maebure es un archivo electrónico que incluye todo lo que los Takeouji han sido capaces de aprender acerca de los dame-sama de todo el Reino Medio. Está al tanto de qué antiguos han usado tales Disciplinas, qué antiguos odian a otros antiguos con las entrañas llena de Chi, de las costumbres personales de los antiguos, su historia y recursos financieros y militares conocidos, y cualquier otra información que puedan recabar. Idealmente, sirve como una perfecta guía de referencias cruzadas sobre todo Kuei-jin con el que los Príncipes de Bambú se hayan encontrado, hayan luchado u oído rumores sobre él alguna vez.
Por supuesto, el proyecto no es perfecto. Un inconveniente de la base de datos es que gran parte de la información procede de fuentes poco fiables. Otro es que Muramoto y Nakao pueden haber llamado la atención de la Fuerza de Ataque Cero, que siempre parece tener una forma de averiguar esta clase de cosas. Por ahora, Deita-Maebure sólo puede ser consultada con facilidad por los Takeouji de Tokio, Taiwán y Seúl, donde se han establecido terminales de acceso en lugares de acceso, pero Nakao planea trasladar el bando de datos a la Internet, donde cualquier Takeouji que tenga una cuenta pueda acceder a ella o enviar nueva información.
Otro punto problemático para los Príncipes de Bambú es que la mayor parte de los antiguos textos están escritos en kaja, una de las más enrevesadas escrituras sobre el planeta. Dado que puede llevar más de un siglo aprender a leer los fundamentos, y más del doble de tiempo en hablarlo de forma fluida, no hay ningún Takeouji que llegue a comprenderlo. Por suerte, algunos ciber Kuei-jin de Shinjuku han desarrollado un sistema óptico de traducción de caracteres justo para eso. Pasan por el escáner cualquier texto kaja que llega a sus manos y dejan que el software de equivalencias lingüísticas haga la parte difícil. Cuesta alrededor de un minuto por carácter con los últimos multiprocesadores y sólo tienen un 85% de exactitud, pero los Príncipes de Bambú están introduciendo un montón de trabajos en éstos. Creen que es mucho mejor que perder un siglo del que no disponen tratando de aprender a leer y apreciar poesía caduca.
Los Takeouji tienen su tecnología y los eunucos tienen su magia. Siguen haciendo falta gente para librar una guerra, y ambos bandos de la Guerra Clandestina tienen distintas ideas sobre qué clase de gente y aliados precisan para esta guerra.
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